jueves, 5 de noviembre de 2015

Karim Benzema, "Campeón de la Amistad"


"Quien tiene un amigo tiene un tesoro" (refrán popular)
Benzema, según ha informado AFP, ha reconocido a la policía su implicación en el chantaje sexual a Mathieu Valbuena, en el que el jugador del Olympique de Lyon —compañero del madridista en la selección de Francia— aparecería manteniendo relaciones sexuales con una mujer y por el que le habrían reclamado 150.000 euros para evitar su difusión.”
Benzema ha declarado que “se puso de acuerdo” con ese amigo de la infancia “sobre lo que debía decir”, para que Valbuena “negociase exclusivamente con él”, ha señalado esta fuente que indicó que el atacante quería hacer un favor a su amigo de la infancia sin pensar que iba a perjudicar al centrocampista del Lyon” (1)

Benzema, al que de pronto se le ha caído en todas partes el nombre, Karim, familiaridad excesiva con quien conviene empezar a marcar distancias, tiene un singular sentido de la amistad. La amistad es para él algo tan incondicional que pasa por encima de la ley y de la ética más elemental. En tan alta estima tiene Karim la amistad que si sus actos benefician a un amigo no es capaz de ver sus consecuencias inmediatas y previsibles para cualquier otro. Esto último siempre que tomemos por verdadero lo que más bien parece una excusa pueril, algo así como: "bueno, nunca  me imaginé que se lo fuese a tomar así de mal".  
Es la suya una forma de amistad tan intensa que lo ciega ante el riesgo o le hace desdeñarlo, impidiéndole todo cálculo de la proporción entre coste y beneficio, aceptando como verdadero que no hubiera acuerdo de participación en el reparto. Me refiero a algo más allá del "tío, cuando cobres la pasta, te invitas a una cena, ¿eh?". Eso no lo perdona nadie y una cena así es además una ocasión perfecta para celebrar la amistad. Una amistad que sería desmesurado calificar de admirable, por el daño causado a un tercero; pero que no deja de conmover. Benzema no duda en arriesgarlo todo (carrera, prestigio y hasta la libertad) por el bien de un amigo. Los 150 mil euros que se iba a levantar su amigo de la niñez en un principio lo eran. 

En el rito de los sacrificios en el altar de la amistad, el primer turno le ha correspondido naturalmente a la víctima del chantaje, Mathieu Valbuena, que ha visto su intimidad expuesta en los medios de comunicación y, por lo pronto, se ha quedado fuera de la convocatoria de la selección francesa para los dos próximos amistosos (contra Alemania e Ingalterra). La caudalosa amistad de Karim Benzema revienta los diques del respeto a la privacidad y al bolsillo del compañero de selección. Sin ir demasiado lejos en la cadena, puede arrasar también con la estabilidad de su pareja y su familia, que suponemos tiene, entre otros motivos porque parece un factor coadyuvante para este tipo de chantaje. La lealtad entre compañeros más o menos circunstanciales de vestuario sucumbe a la fuerza insuperable de unos lazos de amistad tan anteriores y entrañables como son los de la infancia. A Karim Benzema se le queda corta la perogrullada definitoria "amigo de sus amigos". Su caso requeriría, de confirmase los hechos y al parecer ya los ha admitido ante la justicia, un mayor énfasis: "muy, pero que muy amigo de sus amigos". 

Una amistad, la de Benzema con el supuesto extorsionador, que pese a ser tan grande no habría inspirado el acto generoso de rascarse el bolsillo, que se le presume bastante lleno. Igual habría bastado con una suma menor para ayudar a su amigo a salir del apuro. No obstante, en el que pague otro si hay una lógica secular y muy extendida. En ese particular no habría que sorprenderse por la conducta del fino delantero. Y tampoco en que la ambición se hubiese descontrolado. Ya que nos ponemos, pues le pedimos 150 mil euros. Quizás por una cantidad más moderada Mathieu Valbuena no habría pasado por este mal trago. Es una hipótesis. Como también que sea un hombre de principios, de fuerte carácter, o que le duela mucho aflojar. Todo son conjeturas. Lo siento. Por ahora no se sabe más. 

Tampoco se sabe si pueden mediar otras circunstancias que doten de mayor lógica al suceso o, al menos, que lo expliquen de forma que el comportamiento del delantero francés se ajuste un poco más a la conducta del hombre medio. Pudiera ser que cuanto se ha publicado sean mentiras puestas en circulación por los supuestos autores del delito para ocultar algo distinto y de mayor gravedad, que haya de antes una gran animadversión hacia Valbuena, o hasta un sentido exagerado y muy personal de la broma. También, podría ser, un caso de amor, de amor al dinero, si Benzema pretendía en realidad cobrarle royalties a su amigo, complementando sus ingresos como futbolista con este extra. 
Pero igual la cuestión es tan simple como que este chico no va bien de cabeza fuera del área. En la más eximente de las hipótesis estaríamos ante una ética muy personal, presidida por la amistad como valor absoluto, con su toque de obediencia ciega a los amigos. Algo así como un "pagafantas" dispuesto a quitarle el bocata en el recreo a otro alumno si se lo pide el jefe de la pandilla, aun cuando él no vaya a probar bocado, pero sí recibiría el castigo si el hecho llega a oídos de algún profesor.
Esta presunta deriva delictiva de Benzema choca por que en el campo no se le recuerda ninguna mala conducta. Más bien destacaría por su deportividad, sometido al test de bancada de la media de la profesión. Todo ello dentro del marco de una personalidad que, al menos en la faceta pública, presenta un grado notable de pasividad. Igual tanta que es cierto que sólo hizo de correveidile: “oye, que me han dicho que tienen un vídeo tuyo y que hables con ellos”, sin comerse la cabeza. Dicho y hecho. Al primer toque.
Karim, ahora sólo Benzema, no parecía mal chico y además se puede dar por hecho, con escasísimo margen de error, que está forrado. Por ello, el suceso tiene todas la trazas de noticia de diario fantasioso que no ha dado con la tecla del humor, o bien las de una inocentada periodística de en un 28 de diciembre que se ha ido de madre. Es de esas noticias que obliga a volver más arriba en la búsqueda de algún dato que se nos tiene que haber pasado por alto y de paso ganar tiempo para vencer la incredulidad que provoca. 
No sólo la política se confunde con la sección de tribunales. Últimamente, aunque sobre todo había afectado al Barça, las noticias del mundo del fútbol no paran de ofrecernos imágenes de entradas y salidas de los juzgados. También merecería una mención de honor la FIFA. Y la UEFA...
(1) Diario El País, edición digital del 5 de noviembre de 2015.

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