domingo, 15 de mayo de 2011

Vargas LLosa sobre Borges en "Diccionario del Amante de América Latina"



Reseña de la entrada sobre Jorge Luis Borges escrita por Mario Vargas Llosa en el "Diccionario del Amante de América Latina" (Editorial Paidós, 2006).

Pido perdón de antemano por colgar este texto que es aún sólo un proyecto de reseña, pero quería compartir con vosotros, sin esperar más, el disfrute que me produjo leer la entrada sobre Borges del libro "Diccionario del Amante de América Latina" de Mario Vargas Llosa (MVLL). Ese libro es un gran regalo que me hicieron los Reyes Magos hace como dos o tres años, a petición de un hermano mío y al que desde aquí felicito por su acierto.

Creo que la de esta pasada madrugada ha sido relectura y no recuerdo que la primera lectura me produjera semejante impresión; pero anoche quedé fascinado. Puedo decir, sin exageración alguna, que leer esas páginas me produjo pasmo. El certero análisis, la inteligentísima disección que Vargas Llosa hace en unas pocas páginas de la obra y, en ocasiones, de la persona de Jorge Luis Borges son impactantes. Son reflexiones de una lucidez extrema. No hay en ellas un solo tópico. Ni un lugar común. No escatima ningún elogio, pero tampoco hay una entrega rendida e integral a Borges. No es hagiografía borgiana, un ejercicio tan repetido que ya produce hastío. Se censuran incluso ciertas actitudes sobre la base de la admiración literaria y, sin rencor alguno por el desdén de Borges hacia la novela, el género principal de Vargas Llosa, éste trata de explicar, y suena convincente, por qué a Borges no le gustaba ese género. Hay incluso ternura en la mirada que dirige a una persona desvalida en su ceguera y que, quizás, se sintió desbordada y extraña de sí misma, por la gran fama que tuvo en los últimos veinte años de su vida, en los que acumuló toda clase de premios, reconocimientos y homenajes, a excepción del Nobel, muy probablemente, por causas políticas. Curioso en el caso de alguien que se confesaba ignorante en materia política, totalmente descreído de la misma y que llegó a definir la política como "una de las formas del tedio"; pero, claro, Borges tampoco hizo nada por sumarse a las ideas dominantes en la intelectualidad de su tiempo, sino que en ocasiones se apartó claramente de eso que hoy llamamos "lo políticamente correcto" y pagó un precio por ello.

Por un lado, fue para mi un gran gozo disfrutar de la lectura de esa entrada de este fabuloso diccionario, ver completados y redondeados los atisbos de ideas que la obra y la persona de Borges me han ido produciendo, según he ido teniendo sucesivo contacto con ellas y avanzando en su conocimiento. Ha sido también muy satisfactorio compartir la opinión de MVLL casi punto por punto. Pero, por otro lado, estas demostraciones de genalidad literaria, esta vez en versión ensayística, me hacen sentir muy torpe, una nulidad. Pensé que aunque me pasara la vida entera leyendo la obra de Borges y reflexionando sobre la misma, no alcanzaría jamás esa clarividencia, ni de lejos me acercaría a ella y, menos aún, sería capaz de expresar mis ideas como lo hace él. Muchos pensaréis que es una obviedad considerando que hablamos de un Premio Nóbel de Literatura y de un crítico diletante y que tengo unas aspiraciones de cómica desmesura. Pero como lo pienso y creo que este blog sólo se justifica desde una radical sinceridad, lo digo y que cada cual saque sus conclusiones, aunque yo pueda salir muy mal parado.

Páginas así me persuaden del poco valor que tiene lo que yo pueda decir sobre literatura y casi me disuaden de escribir al respecto. Dan ganas de no contribuir a la dificultad que, en estos tiempos de sobreabundancia de textos e información, tiene econtrar lo eximio en medio de una cantidad sobrehumana de escritos corrientes y ramplones, carentes de agudeza, de profundidad, de lucidez y de cualquier belleza. Escribir frente a emborronar páginas o juntar letras. Ver con claridad frente a meros vislumbres. Proyectos de ideas frente a ideas completas, acabadas, asimiladas e interiozadas y, posteriormente, transmitidas mediante certeras formulaciones, brillantemente enlazadas las unas con las otras, demostrando que hay detrás una sensibilidad literaria y unas intuiciones extraordinarias.

Así pues, dolorosamente constatadas y asumidas mis limitaciones, así como respetuosamente genuflexo ante la genialidad ajena, escribo sin más aspiración que lo que yo pueda decir sirva para que alguien más pueda conocer y disfrutar el "Diccionario del Amante de América Latina" y, en particular, las insuperables reflexiones de MVLL sobre Borges.

Hecha esa aclaración, prometo redactar próximamente una entrada "como dios manda" sobre ese artículo e, incluso, incluir algún comentario sobre el libro en su conjunto. Por ahora sólo he leído (y releído) partes del mismo. Creo que un libro de este tipo se disfruta más leído de esa manera. Una lectura usual, de principio a fin, se puede hacer pesada. Leído por partes, tomadas al azar o elegidas en función de la caprichosa disposición personal de cada momento, creo que se disfruta mucho más.

Desde aquí y desde ya, mi recomendación "urbi et orbi" del "Diccionario del Amante de América Latina" y mi consejo de no dejar de leer, bajo ningún concepto, la entrada sobre Borges. Hay una reedición reciente de la editorial Paidós.

Acompaño un par de links a "cosas" que he econtrado en la red sobre el Diccionario y el artículo relativo a Borges, a falta de mi futuro resumen.


No hay comentarios: